Poca información voy a aportar en esta entrada; únicamente un vídeo. No creo que haga falta comentar prácticamente nada porque cada uno puede sacar sus propias conclusiones. Así se comporta un adulto, en directo, en la tele, humillando a un indigente que no entiende su idioma para ganarse a la audiencia y para hacer un humor de lo más desagradable. Y son los mismos que hacen "televisión de calidad", que menosprecian otro tipo de géneros periodísticos, y que son el modelo a seguir de su, a veces, aborregada audiencia. Y lo peor no es que sea el periodista el que lo hace, sino el resto de gente del vídeo el que lo disfruta y, seguramente, otros tantos en sus casas que se rieron y se identificaron con ese trato a un mendigo. A la prensa del corazón, desde luego, le falta ética; a esta gente, corazón.