18 abr 2011
¡La Trastienda sigue viva!
Lo sé. Este blog ha estado muerto más de dos meses. No había mucho que contar... Bueno, vale. No es excusa: las revueltas árabes, el tsunami y la crisis nuclear en Japón, la eterna crisis económica... De acuerdo, ha habido cientos de acontecimientos importantes como para comentar. La razón a mi ausencia es tan simple como la falta de tiempo y de "inspiración". Sí, aunque sea para escribir en un blog hace falta algo de inspiración. Y no sé por qué, pero no la he tenido. De hecho, creo que todavía no la tengo. Así que no esperaré a que vengan las musas; como decía el profesor de la asignatura Escritura Narrativa de la facultad (para qué ocultar su nombre: Miguel Nieto), la única musa que existe es la disciplina, el ponerte cada día un horario para escribir, para comerte el coco y crear algo. Y como durante esta semana estaré algo más libre, seguiré sus consejos y me pararé a pensar, a desmenuzar (léase criticar desde mi escasa experiencia y conocimiento) los temas que más me interesan. Un proceso al que me someteré a partir de mañana (ya, estoy pisoteando eso de "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy", pero bueno). Antes de nada, tengo que dar las gracias a esas personas anónimas que, como gotitas, se han ido acercando al blog incluso cuando llevaba meses sin actualizarse.
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