Hace unas semanas llegó a mis manos un ejemplar de El País, periódico que no suelo leer pero que, pese a su afán empresarial y otros defectillos, sigo considerando de los mejores -si no el mejor- de los periódicos estatales españoles. Precisamente ese día publicaban un editorial que me pareció digno de publicar en el blog, puesto que criticaba abiertamente a los sectores de la izquierda radical que, paradógicamente, defienden la libertad de expresión y al régimen cubano al mismo tiempo. El País hizo gala, pues, de una postura lógica, racional y coherente con lo que se supone es la defensa de los derechos humanos, que tanta polémica están provocando estos días.