El periodista y el empresario: la carta de Ansón a Lara

La carta ya tiene unos añitos y, seguro, muchos de vosotros ya la tenéis más que vista. Pero yo la he leído hoy y no deja de sorprenderme, por el doble sentido que se le puede sacar a todo. Luis María Ansón parece demostrar principios ideológicos sobre su actividad periodística, a diferencia de muchos otros periodistas y empresarios de la comunicación. Como afirma, le resulta contradictorio trabajar en La Razón, con sus valores conservadores, monárquicos, españolistas y religiosos, y pertenecer al mismo grupo que acababa de comprar el diario independentista catalán Avui. Hasta ahí es lógico.

Sin embargo, no creo que lo ideológico fuese el único motivo; a juzgar por sus palabras, no cesa en repetir que fue él quien fundó el diario La Razón; que fue él quien aupó a José Manuel Lara y el grupo Planeta al éxito en Antena 3 y Onda Cero después del fracaso de Quiero TV; y, en última instancia, que José Manuel Lara no le vendiera su participación en La Razón. Esto es quizás lo más destacable: seguramente en base a razones ideológicas (impedir que La Razón y Avui fueran "hermanos" dentro de Planeta) Ansón parece empeñado en querer hacerse con las acciones de Planeta en La Razón, por las que ofrece un 10% más de su valor. ¿Principios ideológicos o interés económico?

Otro punto a analizar detenidamente, aunque yo no tengo ni los conocimientos ni las ganas (por ahora) necesarios, es el de las presiones que, según Ansón, José Manuel Lara está recibiendo para llevar a cabo la compra dle 40% del diario Avui, periódico en clara decadencia y con una deuda que todavía hoy arrastra. ¿Presiones de quién? Es sólo mi hipótesis, pero no sería alarmante que la Generalitat (hasta 2009 dueña del 20% de Avui, algo que resulta de lo más sorprendente) hubiera presionado a Planeta para que rescatara al periódico independiente a cambio de, quizás, renovar licencias radiofónicas (ya es sabido que las licencias en Cataluña se entregan por criterios tan democráticos como ser nacionalista o no -motivo por el que Cope o Vocento siempre han estado en el punto de mira del Consell Audiovisual de Catalunya) o mantener las buenas relaciones con un grupo en origen catalán pero cuyo hueco de mercado le ha "obligado" a mantener posturas conservadoras (utilizando una terminología -"conservadores", "progresistas", etc.- con la que no estoy en absoluto de acuerdo, ya que, a mi juicio, erróneamente se considera en este país que el progreso está en disgregar a las comunidades y a las personas, obligar a hablar en unas lenguas y menospreciar otras, y todo ese veneno humano llamado "nacionalismo"). En fin, que cada uno saque sus propias conclusiones.

"Señor D. José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta. Mi estimado amigo: Te agradeceré que des instrucciones para que mi nombre deje de figurar como Presidente Fundador de La Razón en la mancheta del periódico.
Con esta carta te presento también mi dimisión como Presidente del Consejo Editorial del Grupo Planeta.
Te presento, asimismo, mi dimisión como Presidente del Jurado del Premio Lara, para el que en su día me nombró tu padre.
Dimito también como Vicepresidente de la Fundación Lara.
No autorizo la publicación del libro que, con una parte de las Canelas finas, preparaba Planeta.
Con fecha de hoy me dirijo al Presidente del Consejo de Administración de la empresa editora de La Razón para comunicarle que, en quince días, dejaré de escribir mi sección Canela fina, suspendiendo así mi colaboración en el periódico.
Defenderé siempre el derecho a la libertad de expresión del diario Avui y de los redactores y colaboradores que en ese periódico escriben, si bien mis discrepancias son de fondo. Compraste el Avui sin consultarme, creándome un grave problema de conciencia. Compartir propietario con el Avui supuso para mí una contradicción insalvable. No te reproché nada, ni te lo reprocho ahora, porque conozco las presiones políticas a las que estás sometido. Lo que hice fue gestionar la financiación necesaria para ofrecerte, el pasado mes de septiembre, la compra de tus acciones en La Razón, con la plusvalía correspondiente. Decidiste quedarte con mi periódico y yo decidí apartarme de él. Lo he hecho de la forma más serena y gradual, sin retirar mi firma de golpe, para no perjudicar ni a La Razón ni a mis compañeros que trabajan en el periódico.
Cuando yo acepté tu incorporación a La Razón como accionista, tu presencia en los medios de comunicación se reducía al fracaso de Quiero TV. Como siempre has reconocido, gracias en gran parte a tu presencia en La Razón y a mis gestiones personales, eres hoy Presidente de Antena 3 TV y de Onda Cero, con altísimos beneficios económicos.
Con estas líneas, en fin, te reitero mi ofrecimiento de adquirir tu participación en La Razón, abonándote todo el dinero que has puesto más el diez por ciento de plusvalía. Te saluda atentamente".

Por cierto, (ya que estamos), estoy leyendo ahora mismo otra información, de Periodista Digital en la que, de nuevo, Luis María Ansón (por lo visto "Anson" va sin tilde, pero a mí me gusta más acentuado) pide a la cúpula de Antena 3 Televisión que no se fusione con La Sexta, por considerar la unión de ambas cadenas "antinatura". No le falta razón: pese a los intereses empresariales, resulta contradictorio, por un lado, que La Razón venda conjuntamente el diario del Vaticano y a su vez publique anuncios de prostitución; contradicción que se hace aún mayor al relacionar La Razón -diario del Vaticano incluido-, con una cadena de televisión y un periódico (Público) en el que se vierten diariamente críticas y burlas al Papa y a la Iglesia católica. Asimismo, apostilla esos comentarios con la inviabilidad, tanto de credibilidad como económicamente, de que Antena 3 -en plena crisis audiovisual y caída de audiencia- acarree el peso de La Sexta. También dedica unas líneas a defender la libertad de información y pluralismo, en contra de las cuales iría una fusión entre Antena 3 y La Sexta. En definitiva, no desea una fusión con "la izquierda de los millonarios". De esos que antes fueron payasos y ahora son intelectuales.