Tras ver el disfrute de aquélla gente al acabar con la vida de indefensos animales, comencé a enlazar cuestiones para poder publicarlo en este blog sobre periodismo. Más que nada era un deseo de escribir en algún sitio sobre mi desprecio a la caza, con la excusa de que le habían dado cobertura en un medio de comunicación. Pero bien mirado, aparte de mostrar mi repudia por esa actividad, también podría pararme a reflexionar sobre la cantidad de publicaciones y programas de televisión y radio que difunden y ensalzan lo que ellos llaman un arte.
Frente a los típicos reportajes de La 2, Canal Sur 2, National Geographic y, tiempo atrás, del amigo Félix, que nos muestran lo lleno de vida que está nuestro mundo, están aquellos que, aunque reivindican la bravura del toro, la elegancia del ciervo o la rapidez del conejo, gozan todavía más cuando la sangre de esos animales se derrama por el suelo. Jara y Sedal, Toros para Todos, retransmisiones de corridas taurinas, las páginas dedicadas al toreo en los grandes diarios españoles (a excepción de Público), etc. son sólo una muestra de cómo un cruel divertimento se institucionaliza y mantiene su dudosa categoría de arte a través de los medios de comunicación.
No voy a entrar aquí en el debate sobre la tauromaquia. Menos aún cuando esta semana hemos conocido que en Cataluña se ha conseguido una primera votación en contra de los toros. Aunque, en mi opinión, en aquella comunidad interesa más prohibir el carácter español de la "Fiesta Nacional" que el sufrimiento del toro, un tema apasionante sobre el que para desahogarme a gusto tendría que usar varias entradas. Pero es evidente que en este sentido hay bastante hipocresía. Se prohibe la entrada a menores (de catorce años, creo que es) a las corridas, pero se emite como plato estrella en Digital+ e Imagenio. En las mismas páginas de un diario cualquiera se denuncia la contaminación de un río, los daños del cambio climático, los malos tratos sufridos por un perrito a manos de su transtornado dueño, pero se ensalza al hombre vestido de lentejuelas que asesta varios espadazos (no conozco el nombre técnico) a un toro mientras éste se desangra y resopla hasta caer destrozado.
Como en tantos otros temas, la prensa es hipócrita. O mejor dicho, nosotros, la sociedad, somos hipócritas. Damos cabida a tradiciones bárbaras, se nos indica que armas comprar para matar mejor al ciervo, vemos reportajes en telediarios donde se nos muestra la preciosa matanza del cerdo. Pero luego nos espantamos cuando alguien denuncia a su vecino porque maltrata a su perro o criticamos que el señor Roca abandonara a sus caballos de pura raza en su cortijo. ¿Acaso no es lo mismo?
¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE ESTOS VIDEOS?
Este último video pertenece a las fiestas de Roses (Girona). Ahora que el Parlament parece que va en contra de la "Fiesta Nacional", a ver si también prohibe estas tradiciones centenarias... Además en este video podemos ver la "violencia" de la vaquilla...